*El Ministerio de Consumo pretende calificar el jamón y el aceite como alimentos basura
*La Junta lamenta el daño que provocan al sector ganadero las falsas afirmaciones de Garzón
Después de liarla calificando el aceite y el jamón como “alimentos basura”, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, vuelve a las andadas ahora contra el consumo de carne española. Insiste en atacar al sector ganadero, pero en esta ocasión eleva sus críticas fuera de nuestras fronteras.
En una entrevista publicada en el diario británico “The Guardian” criticó la sostenibilidad y la calidad del producto de las granjas ganaderas españolas de gran tamaño, manifestando que las llamadas “macrogranjas”, contaminan el suelo, contaminan el agua y exportan carne de mala calidad de estos animales maltratados.
La reacción de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) ha sido inmediata solicitado directamente la dimisión del ministro. La organización agraria ha lamentado que sea otro capítulo más de la actitud de sectarismo del ministro Garzón y no comprende cómo desde la Presidencia del Gobierno se puede mantener un Ministerio que está continuamente atacando a un importante sector como es el agroganadero, y por lo tanto a los intereses de España.
Asaja también ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que si no se produce la dimisión, cese inmediatamente al ministro Garzón para evitar males mayores, ya que el sector primario necesita apoyos y no demonización ni ataques continuos desde del Gobierno.
En España no hay animales maltratados, replican al ministro, desde la organización agraria, invitando a Alberto Garzón a visitar distintas tipologías de granjas para que compruebe en directo cómo trabajan los ganaderos españoles.
También la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha afeado al ministro de Consumo, Alberto Garzón, que ataque injustificadamente a un sector sostenible, toda vez que ha subrayado que los ganaderos de Andalucía necesitan de todo el apoyo del Gobierno de España y no ser el centro de una polémica absurda y perjudicial.