Ecologistas se lamenta de las consecuencias que producen los vertidos derivados del petróleo, en este caso, el accidente producido por el buque OS-35 en aguas de la Zona de Especial Conservación del Estrecho Oriental, las consecuencias las han sufrido el litoral de levante de la ciudad de La Línea y Gibraltar, además de la propia Bahía.
Los Ecologistas recuerdan que ya son cinco barcos encallados en los últimos 15 años entre Algeciras y Gibraltar;
Naufragios como el del New Flame, Tawe, Fedra, Samotraki y, ahora, y por último (esperemos) el SO35, convierten a esta zona, castigada por el viento y con mareas cambiantes en una zona muy castigada en cuanto a impacto ambiental se refiere.
Los principales damnificados de los derrames de petróleo son la fauna y la flora del lugar: los peces se envenenan al consumir presas con crudo y toda la cadena trófica queda afectada pudiendo afectar, incluso, al ser humano; los hidrocarburos destruyen los huevos o producen crías con malformaciones, y los moluscos bivalvos, en especial los que viven aferrados a las rocas, mueren por sofocación debido a la capa de petróleo.
Estas manchas, además, obstruyen el paso de la luz por lo que no permiten la fotosíntesis de las algas, alterando de forma importante el ecosistema submarino. Las aves y mamíferos marinos se impregnan de petróleo y acaban muriendo, bien intoxicados o bien por hipotermia al quedar dañada la capa que les protege del frío. El vertido de crudo también produce daños notables en el paisaje costero, pero su carácter biodegradable permite que buena parte pueda ser retirado.