*Presidentes de distintos bloques y urbanizaciones trasladan a Rocío Arrabal su malestar por el “silencio” que reciben del Ayuntamiento de Algeciras, que no contesta a ninguna de sus peticiones pese a las deficiencias que acumula la barriada
*Entre los numerosos escritos presentados por los presidentes de bloques y el administrador de fincas está el relativo a la situación de “okupación” ilegal que presentan algunas viviendas cercanas a la calle Misioneras Concepcionistas, donde actualmente viven entre 80 y 90 personas
*Arrabal denuncia que la Gerencia de Urbanismo es la única dependencia del Ayuntamiento donde, después del Covid, no se ha restablecido con normalidad la atención presencial al público, y donde la exigencia de cita previa impide atender imprevistos
La secretaria general del PSOE de Algeciras y candidata a la Alcaldía, Rocío Arrabal, ha mantenido un encuentro con representantes de los vecinos de la zona de La Ermita en el que éstos le han trasladado su malestar por las deficiencias que acumula la barriada y, muy especialmente, por el silencio que vienen recibiendo por parte del Ayuntamiento a todas y cada una de sus peticiones.
Entre ellas, la de que se conecte de una vez por todas esta barriada con la de San José Artesano, de la que se encuentra separada por apenas 80 metros de tierra y matojos, y sin que haya habido ningún avance en este proyecto urbanístico en los últimos 12 años, a pesar de que dicha conexión permitiría descongestionar el tráfico en la cercana autovía.
Arrabal, que realizó un recorrido por las calles de La Ermita junto a compañeros de su ejecutiva y presidentes de las distintas urbanizaciones, pudo comprobar el estado en que se encuentran los solares próximos a varios bloques de viviendas, con parcelas sin desbrozar, completamente invadidas por la maleza y expuestas a convertirse en foco de incendios, como los registrados en los últimos veranos en el área próxima a un conocido supermercado.
“Además de ello, la barriada presenta aceras y calles en mal estado, en algunos casos por el crecimiento incontrolado de árboles que no reciben un adecuado mantenimiento, y que están levantando el suelo, como se aprecia especialmente en la calle que conecta la autovía con la zona del colegio Inmaculada”, explica Arrabal, que entiende también la preocupación de los vecinos por la falta de iluminación en éste y otros puntos de La Ermita, “con algunas calles sin farolas, y que por la noche están oscuras como la boca de un lobo, con la sensación de inseguridad que ello genera en una zona por la que además, según denuncian los propios vecinos, no pasa la Policía Local”.
Arrabal, que estuvo acompañada por el secretario de Participación Ciudadana de su ejecutiva, Alfonso Guerrero, y el concejal Fernando Silva, entre otros compañeros, pudo comprobar también cómo la barriada adolece de zonas deportivas para que los niños y jóvenes puedan practicar deporte al aire libre, a pesar de contar con zonas de titularidad municipal que podrían adaptarse para ello, como la anexa al parquecito infantil, cuya ampliación también ha sido ya reclamada.
“No puede ser que en ésta, como en otras demandas, como la que tiene que ver con la falta de aparcamiento, los vecinos reciban una y otra vez la callada por respuesta por parte de una delegación de Urbanismo que, actualmente, se ha convertido en un recinto inaccesible para la ciudadanía”, ha lamentado Arrabal, recordando que la Gerencia de Urbanismo son las únicas dependencias del Ayuntamiento donde, después del Covid, no se ha restablecido con normalidad la atención presencial al público, y donde la exigencia de cita previa impide atender imprevistos.
Entre los numerosos escritos presentados por los presidentes de bloques y el administrador de fincas, tampoco han recibido contestación, ni afirmativa ni negativa, los relativos a la situación de “okupación” ilegal que presentan algunas viviendas cercanas a la calle Misioneras Concepcionistas, donde actualmente viven entre 80 y 90 personas. Otras de las quejas de estos vecinos tienen que ver con los malos olores que se registran en algunos puntos, por colectores que no están bien sellados; con boquetes en el suelo donde no han llegado a colocarse árboles ni farolas, y que suponen un peligro para los peatones; y también con algo que, según lamenta Arrabal, es ya “todo un clásico en Algeciras, vayamos por donde vayamos: la falta de papeleras y la proliferación de contenedores rotos y de basura acumulada en las aceras”.
