*Profesores del centro explican que los jóvenes se enfrentaron a la profesora de Catalán, que mandó retirar el distintivo en cumplimiento del acuerdo del claustro que solo permitía exhibirlo los días de partido
*Los padres denuncian ante la Inspección Educativa que la medida disciplinaria se ha tomado sin notificación a las familias
Según informa el Diario de Mallorca, los padres de un alumno del colegio La Salle de Palma han denunciado hoy en las redes sociales y ante la Inspección Educativa que su hijo y toda su clase de primer curso de Bachillerato han sido expulsados del aula y enviados a casa por colgar una bandera de España con motivo del Mundial de fútbol de Qatar.
Los padres afirman que el pasado lunes, a dos días del debut de España en el Mundial ante Costa Rica, los treinta alumnos de la clase pidieron permiso a su tutor y a su jefe de estudios para colgar una bandera en el aula, permiso que les fue concedido sin el menor problema.
Sin embargo, y según también el testimonio de los padres, durante el transcurso de la semana varios profesores expresaron a sus alumnos su malestar por tener que dar clase en el aula con una bandera de España colgada, queja que los alumnos intentaron solventar añadiendo a la bandera la leyenda «Vamos, Selección», para dejar claro que su único interés era el deportivo, animar a la Selección Española de fútbol.
El viernes sin embargo, la profesora de Lengua Catalana ha comunicado a los jóvenes que no iba a dar la clase con la bandera en el aula y se ha marchado. Y acto seguido otra profesora ha entrado en el aula y ha informado a los alumnos que se suspendían las dos horas que quedaban para terminar la jornada lectiva, Catalán y Filosofía, y que podían marcharse. Cuando la delegada y la subdelegada del curso han solicitado una aclaración sobre lo sucedido al jefe de estudios, éste les ha comunicado que los treinta alumnos habían sido expulsados dos horas y que se suspendían las clases.
Gador Giménez, abogada y madre del estudiante, que en nombre de todos los padres de alumnos de la clase de primer curso de Bachillerato redacta la denuncia que se presentará ante la Inspección Educativa, lamenta que el colegio, «que normalmente tiene una comunicación muy fluida con los padres de alumnos, en esta ocasión no se haya puesto en contacto con las familias ni les haya informado de la expulsión».