El mundo está sobrecogido por la noticia sorpresa del fallecimiento del Papa. La partida de Francisco I se produjo a las 7.35 horas, en su residencia de Santa Marta, después de las complicaciones sufridas por la neumonía que le mantuvo hospitalizado en los últimos días. La publicación de un vídeo protagonizado por el camarlengo, el cardenal irlandés Kevin Joseph Farrel, ha confirmado esa noticia.
Dicha novedad llega apenas un día después de que Francisco I firmara una nueva aparición en público ayer mismo, con motivo del Domingo de Resurrección, para leer el ‘Urbi et Orbi’ propio de ese día tan señalado en el calendario del cristianismo. Dicha aparición pública se produjo sin cánulas nasales, por lo que muchos aventuraron que el estado de salud del Pontífice había mejorado considerablemente.
Su salida del hospital romano en el que se encontraba internado fue percibido como un claro síntoma de su mejoría, y las primeras reuniones con su equipo de trabajo cimentaron tales sensaciones. Sin embargo, justo después del Domingo de Resurrección, el Vaticano ha confirmado a través de sus medios oficiales el fallecimiento de Francisco I.
Después de esta impactante noticia, los preparativos para la elección de un nuevo Papa de la Iglesia católica ya están en marcha. También han comenzado los preparativos para su funeral, un proceso que Francisco I quiso simplificar bastante cuando estuvo ocupando el cargo. Conocido por su humildad y su enfoque pastoral en múltiples aspectos, incluso en aquellos más controvertidos para el ‘ala dura’, quiso reducir el impacto de su figura como jefe del Estado vaticano.
El documento Ordo Exsequiarum Romani Pontificis se establecen las nuevas normas para las exequias de un Pontífice fallecido, que se aplican por primera vez con motivo de su deceso. Además de la eliminación del triple ataúd y otros elementos que siempre acompañaron al funeral de un Pontífice, Francisco I también eligió hace tiempo su lugar de descanso. Habida cuenta de su devoción a la Virgen, el argentino señaló la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
Jorge María Bergoglio, su nombre secular, ha sido el 266º Papa de la Iglesia católica, se unió a la Compañía de Jesús en 1958 y fue ordenado sacerdote once años después, en 1969.
Francisco I, mientras ascendía en la jerarquía de la Iglesia, siempre mantuvo la vista en su Buenos Aires natal. Desde la capital argentina tuvo que acudir a Roma poco después de la retirada de Benedicto XVI, quien decidió abdicar de sus responsabilidades como Sumo Pontífice en 2013. Después de un intenso Cónclave, Bergoglio fue elegido como Papa.
