Este sendero que transcurre por parte del cauce del arroyo de Botafuegos, está considerado de dificultad baja. Tiene una longitud de 5,8 Kilómetros y se sube hasta una cota máxima de 150 metros, con una duración aproximada de dos horas.
El comienzo de este sendero está en el punto kilométrico 2,5 de la carretera CA-P231. Una carretera que une la antigua carretera de Los Barrios con la barriada de El Cobre, donde se encuentra el centro penitenciario de Botafuegos.
En dirección Sur, camino de El Cobre, dejando atrás la prisión, se cruza una rotonda decorada con una vieja embarcación. A unos 900 metros de dicha rotonda, a la derecha, aparece perpendicular a la carretera el carril de acceso que da inicio al sendero. Este acceso sirve de aparcamiento y el sendero comienza a pie pasando la cancela existente.
El primer Kilómetro transcurre por uno de los ramales del antiguo camino de la Trocha que unía Algeciras con Cádiz a través de las sierras del Campo de Gibraltar. Luego cruzaremos el arroyo de la Fuente Santa y llegaremos al “Llano de las Tumbas”, donde se encuentran varias sepulturas de la Edad del Bronce talladas en la roca de arenisca.
Después de un cruce, bien señalizado, que debemos tomar a la derecha, nos introduciremos, bordeando el arroyo de Botafuegos, en un bosque de laurisilva con alisos, fresnos, laureles y quejigos en la zona de la Garganta.
Allí se encuentra la llamada tumba del Capitán que da nombre a la Garganta, con una cruz de piedra tallada como distintivo. Se trata de la tumba de Gabriel Moreno, apodado el Capitán y fallecido el 13 de junio de 1834 a los 77 años de edad”.
Gabriel Moreno fue un personaje de leyenda nacido en Algeciras en 1760 y bautizado en la Iglesia de La Palma, participó en el Gran Sitio de Gibraltar que tuvo lugar entre 1779 y 1783. Tras licenciarse del ejército se dedicó al contrabando, reapareciendo como soldado voluntario en la Guerra de la Independencia contra los franceses y destacando en la batalla de Bailén, el 19 de Julio de 1808, como tantos otros algecireños que se alistaron con el General Castaños, por entonces Gobernador Militar del Campo de Gibraltar.
Su patriotismo y amor al ejército son innegables ya que el apodo de “El Capitán” se debe a una chaqueta con botones y entorchados de su época que lució toda su vida.
El 16 de agosto de 1829, Gabriel Moreno arrienda el molino de San José, con su caserío correspondiente, a su propietario Benito Oliva por la cantidad de 300 reales de vellón anuales.
Un molino cuyas ruinas todavía se pueden visitar y que fabricaba papel de estraza en aquellos años, hasta reconvertirse en molino harinero en 1833. En el interior, todavía se encuentra una de las piedras molturadoras de importación francesa.
Sería al año siguiente cuando le llegaría la muerte a Gabriel Moreno, según unos de forma violenta por un ajuste de cuentas entre contrabandistas y según otros fruto de la epidemia de cólera que azotó a la comarca ese año.
Después de su muerte y a lo largo de todo el Siglo XIX, el lugar se convertiría en una zona maldita, muy poco transitada por los algecireños. Los cuatro molinos que jalonaban el arroyo de Botafuegos desaparecerían y la Garganta acabaría recibiendo el nombre de “El Capitán” en memoria de Gabriel Moreno, que según decían algunos seguía apareciéndose a lomos de su caballo blanco por la zona.
Pasado el molino de San José, como esta ruta es circular, hay que seguir el sendero para volver a encontrarnos con el cruce del arroyo de la Fuente Santa y regresar por el ramal del camino de la Trocha hasta la salida.