Según el artículo 24.2 de nuestra Constitución Española toda persona tiene derecho a no declarar. La mujer de nuestro queridísimo, excelentísimo y amadísimo presidente del gobierno (que no quepa duda de nuestro afecto hacia él) se acogió a este artículo en su última citación en el juzgado. Citación por cierto en la que se cerró la sexta planta del juzgado a todo aquel que no fuese magistrado, letrado o funcionario de la institución. Como cualquier ciudadana se amparó a este artículo, pero, ¿éticamente es correcto? ¿Si no tiene nada que esconder por qué no declara para despejar las dudas de miles de españoles? ¿Por qué se niega a que le graben pero luego aparece en todos los actos de partido de su marido? Éticamente no es que sea ni bien recibido por la sociedad ni correcto por su condición de esposa del presidente de España. Nadie sabe hasta dónde puede llegar el alcance de tan desastrosa situación, pero sí sabemos que su marido va a hacer una “regeneración periodística”, vamos, lo que viene siendo censurar medios de comunicación.
¿Recuerdan la Ley de Prensa del 22 de abril de 1938? Una ley promulgada por Francisco Franco con el fin de censurar y prohibir la prensa del bando republicano. Ahora, Sánchez va a reformar la Ley Publicidad Institucional porque no puede controlar la prensa digital.
En medio de toda la trama de la mujer del mismísimo presidente del Gobierno y varios frentes más abierto nos encontramos con esta censura. Pero no solo con esto, nos encontramos también a todo el ejecutivo apoyado en la causa. ¿Qué causa? La de justificar a capa y espada la inocencia de Begoña. Pero, pregunto yo, si verdaderamente es inocente, ¿por qué tienen que salir a defender su inocencia todos y absolutamente todos los votantes sanchistas? De nuevo, quien nada teme, nada esconde. Mucha coincidencia fuese que Sánchez decidiese tomarse 5 días de vacaciones el mismo día que empezó la investigación de Begoña.
Los privilegios a los que se pueden acoger todos los altos cargos socialistas y sus familiares es asombroso. No se salva ni uno (ni el hermano de Pedro Sánchez). Pero, esta vez se llevan el euromillón, con el Fiscal General del Estado a favor de Begoña y su marido y los medios de comunicación a su favor todo es más llevadero, así las vacaciones las pueden disfrutar mejor. Aunque hay que recalcar que de vacaciones lleva ya unos añitos y este último año más aún habiendo sido solo capaz de aprobar la Ley de Amnistía.
Yo creo que Sánchez debería plantearse reformar el Artículo 14 de la Constitución que tanto dice defender, porque eso de que todos somos iguales ante la ley es bastante cuestionable. Sería mejor que todos somos iguales ante la ley menos todo socialista que decidan apoyar firmemente la causa sanchista.
Alejandro González Harillo
