La verdad es que cada vez que habla o hace algo la Ministra Arancha González Laya, sube el pan. Y son unas tras otras las meteduras de pata de esta señora, algunas con posibles graves consecuencias como es el caso este de que nos quedamos sin embajador en Gran Bretaña por su falta de previsión o su ignorancia han hecho que el actual embajador, Carlos Bastarreche cese al llegar su jubilación con fecha 27 de noviembre al cumplir la edad reglamentaria de setenta años. Oficialmente nos quedamos sin embajador a un mes del Brexit.
Normalmente, el nombramiento del sustituto se hace algunos meses antes. Ahora, a partir de cuando se haga el nombramiento harán falta varias semanas para que se haga efectivo y el visto bueno final se puede demorar meses.
Lo primero es ser nombrado por el Consejo de Ministros, publicación en el BOE, traslado, mudanzas. Todo ello, en el mejor de los casos implica un mes de gestiones.
Así las cosas, España no tendrá embajador en Londres hasta el mes de febrero de 2021 como muy pronto. Al frente de la delegación se quedará el encargado de negocios, José María Fernández de Turiso que sólo podrá acometer temas de trámite.
Y mientras ocurre todo esto y la Ministra se decide o se entera, se avecina un Brexit duro que comenzará el uno de enero y que puede tener su impacto sobre los ciudadanos españoles que residen en el Reino Unido. Y también está el tema del contencioso de Gibraltar que dejará de pertenecer al espacio Shengen y hay que estar muy pendientes para que no ocurra nada extraño.
No es la primera vez que le ocurre. Ya le pasó con Argentina y hubo que prorrogar la estancia del embajador un año más. En este caso no se puede.
Cada vez que la Ministra lleva a cabo una acción, sube el pan, como decía. España cañí. Ridículo en Europa.
