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28 septiembre 2025
28 septiembre 2025

LAS CARTAS NÁUTICAS (MIGUEL CHICÓN)

Atlas Catalán de Abraham y Jafuda Cresques

Portulano: Del italiano portolano y esta, a su vez, derivada del latín portus “puerto”. 1 m. Colección de planos de varios puertos, encuadernada en forma de atlas. Real Academia de la Lengua Española.

Si bien ya existían, antes de la época medieval, dibujos en los que se representaban perfiles de la costa con entradas a los principales puertos y accidentes geográficos, recogidos en los derroteros o periplus, ya dijimos que la llegada del compás magnético supuso la eclosión de los portulanos, cartas de marear o cartas náuticas. Y en ello tienen mucho que ver los judíos mallorquines Cresques Abraham (maestro de mapamundis y brújulas) y Jefuda Cresques, padre e hijo, que supusieron el origen de la importante escuela cartográfica mallorquina en el siglo XIV. Por encargo del rey Pedro IV de Aragón, los Cresques, entre otras obras, realizaron el Atlas Catalán, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia. Claro que estas obras de arte no se llevaban a bordo normalmente. De hecho, eran objeto de regalo entre reyes. En estos portulanos se recogían todos los accidentes geográficos conocidos, se daban referencias de los rumbos adecuados para hacer derrotas seguras entre puertos, se nombraban los vientos y se representaba la Rosa de Los Vientos.

A medida que se fueron descubriendo nuevos territorios, islas y accidentes geográficos, estos fueron incorporándose a las cartas náuticas, resultando ser una herramienta de enorme valor, junto con los derroteros y el compás. Los que poseían una carta intentaban evitar que cualquier otro dispusiera de ella. De esta forma obtenían ventaja sobre el enemigo. Afortunadamente, estas prácticas secretistas fueron desapareciendo y, hoy en día, toda la información que obtienen los diferentes organismos mundiales que se dedican a levantar la cartografía de todos los mares se comparte entre ellos para garantizar la seguridad del navegante.

En el caso de España, es el Instituto Hidrográfico de la Marina el organismo encargado de levantar, actualizar y corregir las cartas náuticas sobre las que los navegantes pueden trazar sus derrotas con total seguridad. Siguen manteniendo ese halo de obra de arte que contiene cuanta información puede recoger un papel. Debidamente catalogadas, podemos encontrar desde cartas generales, sobre las que navegamos para hacer derrotas largas de un puerto a otro, hasta portulanos con los detalles más pequeños, para garantizar las recaladas. Dibujan el perfil de la costa con precisión y nos señalan las sondas, los bajos, los derrelictos… Incluso nos informan de las cadencias y características de las luces de los principales faros.

Pero no pensemos que con adquirir una o varias cartas ya disponemos de toda la información para siempre. El Instituto Hidrográfico de la Marina publica, periódicamente, información sobre las correcciones que hay que aplicar tanto a las cartas, como a los derroteros y los libros de faros. Y esas correcciones debemos aplicarlas a las tres publicaciones. Este trabajo lo lleva a cabo el segundo o tercer oficial en un buque mercante o el oficial y personal de derrota en un buque de la Armada. ¿Y en una embarcación de recreo? El responsable es su patrón, que debe tener actualizadas todas estas publicaciones para navegar con seguridad.

Muchos estaréis pensando que, con los sistemas actuales de navegación, todo lo descrito está obsoleto. Que disponiendo de un “plotter-GPS”, se puede navegar con total seguridad. Tal vez no sea todo lo seguro que muchos piensan. La mayoría de “plotters” disponen de cartas cuyos datos no están corregidos y cuya actualización resulta bastante complicada. Muchas de ellas son cartas “escaneadas” de cartas generales, por lo que, cuando se hace zoom, vemos que no tienen dibujados muchos detalles de la costa. Es más, la medición de distancias puede dar errores. No es el caso de las cartas electrónicas “vectorizadas” y utilizadas por el sistema ECDIS (Electronic Chart Display and Information System), que pueden integrarse con la información RADAR y AIS y demás sistemas de a bordo. Sus datos deben actualizarse regularmente para que sea válido navegar con ellos. Pero, aun así, es obligatorio que los buques mercantes dispongan de un juego de cartas de todas las zonas por las que ha de navegar en soporte papel, a menos que disponga de dos dispositivos ECDIS independientes el uno del otro y con fuentes de alimentación distintas. Es cierto que estos sistemas son muy costosos e imposible de instalar en la mayor parte de las embarcaciones de recreo. Sin embargo, las cartas tradicionales no lo son, y trabajar con ellas es algo que nos traslada a un mundo fascinante.

“Una carta náutica es mucho más que un instrumento indispensable para ir de un sitio a otro; es un grabado, una página de Historia, a veces una novela de aventura”. Arturo Pérez-Reverte. la Carta Esférica.

Miguel F. Chicón Rodríguez  (Capitán de la marina mercante)

(Nacido en Tánger en 1960, sus vivencias personales a ambos lados del Estrecho, especialmente Algeciras, ciudad donde también residió, y las recurrentes travesías del Estrecho de Gibraltar realizadas siendo niño le dejaron un poso que le llevó a cursar, años más tarde, estudios de capitán de la marina mercante en Palma y Barcelona. Desde 1978 hasta 1994 navegó como oficial en buques petroleros; en barcos frigoríficos; como alférez de fragata en la Armada española, y al mando de buques de pasaje, tipo ferry y embarcaciones de alta velocidad. Por último, ejerció como jefe del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Palma desde 1996 hasta 2022)

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