*El déficit hídrico de los embalses del campo de Gibraltar en estos dos últimos años refleja una preocupante merma de capacidad de 30 puntos porcentuales con respecto al total de su capacidad en la media de los últimos 10 años
El inicio de este año hidrológico el pasado 1 de octubre vuelve a amenazar tragedia, al igual que ocurriera el año pasado en las mismas fechas en el Campo de Gibraltar, con todos los organismos reponsables advirtiendo de posibles restricciones en el periodo estival y el inicio de campañas de concienciación de ahorro sobre el valioso líquido elemento.
Las lluvias caídas en el inicio de estas vacaciones de Navidad han venido a paliar ligeramente este escenario, llegando la presa de Guadarranque en Castellar a alcanzar el 34,36% de su capacidad con algo más de 30 Hm3 sobre 87,70 Hm3 , mientras la de Charco Redondo se situaba en el 23,5% con tan solo 19, 17 Hm3 sobre una capacidad total de 81, 60 Hm3 y la de Almodóvar sobrepasando el 45% de su capacidad total con 2,57 Hm3 sobre 5,68 Hm3.
Estos datos positivos ocultan el déficit hídrico que soportan los embalses de mayor capacidad de la comarca. Charco Redondo alcanza unas medias de 43 Hm3 y más de un 53% en los últimos 10 años, mientras Guadarranque promedia 54 Hm3 y registra cerca del 62% de su capacidad total, igualmente en las estadísticas reflejadas en en último decenio.
En cualquier caso tenemos por delante todo el invierno y el principio de la primavera para que aquellos que sean creyentes hagan sus rogativas para que llueva y se haga buena la infortunada expresión «llueve sobre mojado» o la más afortunada de «como agua de mayo» para que siga lloviendo a un ritmo sostenido y los arroyos que desembocan en los embalses vayan bien cargados de agua.
