*En las últimas semanas se están prodiciendo agresiones especialmente graves con funcionarios heridos con cortes en el cuello, roturas de mandíbula y pómulo, o lesiones en ojos y cabeza
*Los sindicatos achacan la responsabilidad a los gestores de la institución, tanto por aportar pocos medios y personal y por una política calificada de «buenista» con respecto a los presos peligrosos e inadaptados
Las secciones sindicales de ACAIP-UGT de Andalucía han asistido a la concentración convocada este jueves 14 de julio de 12:00 a 13:00 horas en la sede de la delegación de gobierno de la comunidad como protesta por las agresiones sufridas por los trabajadores penitenciarios. Este acto se repetirá a las puertas de las Delegaciones de Gobierno de todas las Comunidades Autónomas con centros penitenciarios dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias enmarcadas en el conflicto colectivo que ACAIP-UGT y CSIF mantienen con la administración penitenciaria desde septiembre de 2021.
Las últimas semanas están siendo especialmente duras en las prisiones españolas con una sucesión de incidentes de extrema gravedad y que parecen tener un mismo nexo, que es la dejadez de los gestores de la institución, una inadecuada clasificación interior y una política de “buenismo” que está llevando a que cada vez los ataques que sufren los trabajadores sean más graves.
El 1 de julio un interno atacó a un funcionario de prisiones de Murcia II causándole una grave herida en el cuello, cerca de la yugular con la tapa de una lata de conservas. Pocos días después, 3 funcionarios de Picassent acabaron en el hospital por la agresión de otro reo en este caso uno de ellos sufrió la rotura de pómulo y mandíbula viéndose afectado también el ojo. A lo que se le sumó el ataque en Madrid VII a otro trabajador por parte de un recluso que le noqueó con golpes en la cabeza.
En los últimos incidentes podemos observar como internos de perfiles inadaptados tienen un régimen de vida ordinario, además, desde las direcciones de los centros se ponen trabas para la aplicación del régimen disciplinario. Todo ello sumado a la endémica falta de personal, la prácticamente nula formación que recibimos los trabajadores y a un, cada vez más alarmante, deterioro de la atención médica penitenciaria con un déficit del 58,25% de médicos.
Ha llegado el momento de gritar BASTA YA, es necesario que se apruebe la legislación que dote a los trabajadores penitenciarios de autoridad y que estas agresiones sean considerado atentado a la autoridad y no se salden con meras sanciones administrativas.
Estas organizaciones sindicales tienen declarado un conflicto colectivo con la administración penitenciaria por la falta de negociación de las mejoras que necesita la institución, que serían:
– Declaración de agentes de autoridad a los trabajadores penitenciarios
– Formación universal
– Encuadramiento en el grupo B de TREBEP
– Una retribución adecuada a las funciones realizadas
– Reconocimiento y respeto por parte de los gestores de la administración penitenciaria
La nota acaba con un elocuente: «No podemos, ni debemos consentir una agresión más»
