Después de más de un año luchando para que el Obispado de Cádiz permitiese que las melodías de Paco de Lucía sonaran en las campanas de la Parroquia de la Palma, el promotor de esta iniciativa, Javier Ortega, ha desistido. Aunque el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, le ha propuesto el reloj de la Casa Consistorial como alternativa y las melodías del gran artista algecireño podrán escucharse desde el próximo día 3 de Septiembre.
Según ha reafirmado Ortega, el Obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, ni tan siquiera se ha dignado a ofrecer una respuesta a sus requerimientos, y de nada ha servido tampoco el apoyo público expresado por un buen número de artistas, deportistas y conocidos nombres del mundo de la cultura.
Ortega ha lamentado la actitud del obispo, que no ha tenido en cuenta que hay muchas iglesias y catedrales donde suenan en sus campanarios músicas que nada tienen que ver con la Iglesia, como es el caso de La Sagrada Familia de Barcelona, en la que además su Arzobispo, es el Presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Pero el alcalde de Algeciras, conocedor desde el primer momento de la frustrada iniciativa, ha ofrecido el reloj de la fachada del Consistorio, en la calle Convento, para que sea desde ahí donde suene la melodía más conocida de Paco de Lucía, “Entre dos aguas”, en determinadas horas del día, y siempre respetando el descanso de los ciudadanos.
No es la primera afrenta que el Obispo Zornoza, famoso por sus “comilonas” en los restaurantes más caros de Cádiz, realiza contra la ciudad de Algeciras. Su negativa a coronar canónicamente a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Palma, o su intención de convertir la Iglesia del Carmen en un centro para inmigrantes, demuestran claramente su falta de respeto a los católicos algecireños.
Pero Paco de Lucía sonará en nuestra ciudad y esta vez el Obispo de Cádiz perderá esta batalla contra el pueblo algecireño, que por cierto sufragó los gastos de construcción de la Iglesia de la Palma, mientras que los antepasados de Zornoza residían en el País Vasco.
