Recuperar el control, eso es lo que se quería con el Brexit. Sería más exacto decir que lo querían solo algunos que se dejaron llevar por un populismo absurdo y de auténtico mercadillo.
El espectáculo bochornoso al que estamos asistiendo; que ahora protagoniza Liz Truss y que antes tuvo al frente a Boris Johnson y a Theresa Mary May; es el resultado del Brexit. Nada de control sino todo lo contrario. Cada paso que da el Ejecutivo británico está encaminado a satisfacer a los mercados, todo está condicionado por salvaguardar una estabilidad a punto de derrumbarse.
El Brexit es un desastre y la tormenta que ha provocado tiene en el centro a los políticos que se atreven a arrimarse al poder. El Brexit a toda máquina y sin compasión. Es la tormenta perfecta o el efecto mariposa, como ustedes quieran.
Liz Truss está fuera de combate tras cuarenta y cuatro días. Ha ganado la partida la famosa lechuga de las fotos y pierde Europa. No sería extraño que volviera a aparecer Johnson como candidato. El humor británico da para eso o mucho más.
Y el resto del mundo paga parte de este pato, de esta juerga política que nadie se explica y que tantos problemas ha provocado.
Y mientras, aquí desde Gibraltar y el Campo de Gibraltar asistimos anonadados a este espectáculo que no sabemos cómo va a continuar. ¿Cómo es posible todo esto que está pasando?, ¿En qué manos está quedando el Brexit, al menos en lo que a nosotros corresponde?.
Y por último. decir que no he escuchado en ningún momento a Picardo para saber su opinión. ¿Está contento con sus jefes british?
Este es el mundo que nos está quedando. Una pena.