En uno de los puntos imposibles que también le ha hecho Musetti a Alcaraz en Roland Garros, el murciano se ha reído por lo que el otro le había hecho. Pero no encontró la respuesta en la propia mirada del italiano.
Al final del partido, Alcaraz dijo que él sólo trata de jugar al tenis y disfrutar siempre. «De sonreír, esa es la clave para mí. Sonreír, pasarlo bien, intentar hacer golpes imposibles, hacer que la gente disfrute». Me encanta.
Y sí, disfrutamos, yo, al menos, disfruto mucho del tenis total y de la sonrisa. Claro que también disfrutábamos muchísimo con la mala leche que le entraba a McEnroe cuando no le salían las cosas.
Pero, amigos, la risa siempre es mejor, mucho mejor. Y no es verdad, como decía Bataille, que en la Biblia nadie reía. Lo hizo Sara, la mujer de Abraham, cuando Dios le dijo que iba a tener un hijo a la vejez.
En algunos desfiles de moda, los diseñadores suelen poner un cartel antes de que las modelos salgan a la pasarela con algunas órdenes. Una de ellas es la de, «no sonreír».
Mi madre no reía cuando se encontraba enferma, pero había un momento en el que su mirada se cruzaba con la mía sonriente, y, entonces, ella lo hacía también.
Yo tengo una agenda médica importante, hasta el punto de que lo de la agenda no es una metáfora sino que es una realidad. Pero no por ello, dejo de vivir al día, de reírme de todo lo que puedo, hasta de mí mismo porque, luego, es la vida la que se encarga de intentar quitarte esa sonrisa de tu boca.
Pero que no lo consiga. Con todos mis problemas, intento ganarle esa sonrisa a la vida porque con todos las contrariedades que nos ofrece esta vida, merece la pena vivir con una sonrisa y siempre positivo .
Aunque te encuentres mal, hay que reír , y decirle a la vida que no te va a ganar. Por ti y por tu gente.
Un abrazo, amigos.
Patricio González
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