Hemos vivido y estamos viviendo unos días terribles desde que se produjera el atentado yihadista que se ha llevado la vida de mi amigo Diego Valencia, herido el Padre Antonio de la Parroquia de San Isidro y que ha producido el terror en dos de nuestras Iglesias.
Cuando se han producido atentados de estas características en el resto de Europa, todos hemos asumido la tragedia como nuestra. Es el caso de Niza, de París, de Londres, o el periódico francés Charlie Hebdo. TODOS HEMOS DICHO : SOMOS NIZA, SOMOS PARIS, etc,etc.
Lo que nunca nos podíamos imaginar es que algo tan terrible podía ocurrir aquí. Una ciudad enteramente multicultural, más de cien nacionalidades viven en Algeciras. Esto no podía ser pero ocurrió. Terrible. La primera noticia creí que era eso que ahora se llama una “fake new” (falsa noticia), pero al poco tiempo y buscando por todos los medios pude comprobar que la terrible noticia era cierta, un “ataque al corazón de Algeciras” por parte de un yihadista que provocó el espanto en las iglesias de La Palma y San Isidro, además de en el centro neurálgico de la ciudad, nuestra Plaza Alta, con un muerto y varios heridos.
El Campo de Gibraltar con sus alcaldes a la cabeza han estado apoyando a nuestra ciudad. Pero lo que me ha emocionado de corazón es ver como muchísimos amigos (sobre todo de La Línea) han expresado ese TODOS SOMOS ALGECIRAS. Los Barrios, San Roque, Tarifa, Castellar, Jimena y Tesorillo. La sociedad civil del Campo de Gibraltar ha demostrado su altura y su unidad con esta tragedia que hemos sufrido. También Gibraltar ha estado muy presente.
Pero a la par de este apoyo de nuestros vecinos y hermanos, también hemos podido comprobar la soledad del Campo de Gibraltar porque fuera de nuestra comarca pocos han sido los que se han solidarizado (Presidente de la Junta y Ministro Marlaska). No somos ni Londres ni Niza pero somos también parte de esa Europa que en estos momentos trágicos necesitamos un apoyo como ya hicimos hace años con aquellas cien concentraciones en la misma Plaza Alta pidiendo la paz en Euskadi.
Lo que queda claro con esto es que nadie nos va a echar una mano en nada, la soledad de la comarca es tremenda y que no nos vendan ninguna moto porque lo primero que hay que demostrar es sensibilidad y solidaridad.
Gracias aparte a mi amigo Novo de La Línea , precioso artículo el suyo.
Un abrazo a toda mi comarca.
Patricio González
