No ha llegado aún la temporada oficial de playas y las playas linenses presentan una gran afluencia a las mismas, el buen tiempo, la cercanía al fin de semana y las vacaciones hacen aumentar el número de bañistas en las mismas.
Desgraciadamente, esto también viene acompañado de efectos muy desagradables como los residuos que muchos usuarios dejan sobre la arena, como los dejados en la orilla de la playa urbana de Poniente.
Los denunciantes consideran que no es aceptable que seamos tan desprendidos y no tengamos la condición de dejar, como mínimo, las playas tal como estaban: «No nos costaría nada o bien depositarla en los contenedores adecuados o bien, llevárnosla con nosotros».
La presencia de basura en las playas, conocida como basura marina, es un problema grave que afecta a la biodiversidad, la salud humana y la economía. La basura marina puede provenir de diversas fuentes, como el uso turístico de las playas, las actividades pesqueras, el tráfico marítimo y otras actividades humanas. El plástico, las colillas y los bastoncillos son algunos de los residuos más comunes en las playas españolas.
La basura marina puede enredar, dañar o incluso matar a los animales marinos. Los microplásticos, pequeños fragmentos de plástico, pueden ser ingeridos por los organismos marinos y afectar la cadena alimentaria. Éstos residuos pueden contaminar el agua, afectando la calidad del agua para el consumo y la recreación.
Impacto en la salud humana
La basura marina puede causar enfermedades y problemas de salud a través de la contaminación del agua y la ingesta de alimentos contaminados. Igualmente, la presencia de basura en las playas puede afectar negativamente el turismo y la pesca. Igualmente, la basura marina afea los paisajes y reduce el atractivo de las playas.
