Pedro Sánchez ha llegado a su fin. Ha hecho lo imposible por hacerse con el poder, aunque ello haya consistido en la ilegalidad y el quebrantamiento de los principios más básicos de nuestra Constitución.
Pedro Sánchez anunciaba en la tarde del 24 de abril la noticia que todos los españoles esperábamos, que necesitaba parar y pensar sobre su continuidad. En la carta hablaba también de infinidad de cosas que se denomina como argumentum ad passiones. Para los que no lo sepan es la búsqueda de emociones en el personal.
276 días donde hemos visto cómo siguen subiendo los impuestos, cómo tiene más poder el okupa que el propietario, cómo un anciano que defiende su casa es juzgado y los ladrones son liberados, donde hemos visto la cesión ante Cataluña y el desmantelamiento de la democracia. Ahora escucharán a Pedro Sánchez decir que es una conspiración contra su poder.
Da la casualidad que en estos momentos me hallo viendo una serie sobre La Casa Blanca y el gobierno de Estados Unidos llamada “Sucesor Designado”. En ella se puede ver claramente representado a Sánchez, con la diferencia de que en este caso, el presidente ficticio de los Estados Unidos es una persona honrada y Pedro Sánchez es todo lo contrario.
¿Todo vale en política? Algunos socialistas intentan apoyar al presidente actual con estas palabras. Pero lo que de verdad deben preguntarse es si todo vale en política hasta el punto de vender el país para seguir gobernando.
Pedro Sánchez es abucheado allá donde va, el PSOE está arruinado en nuestro país. Es hora de seguir el paso de los países donde el socialismo ha sido borrado de los ideales de la mayoría para mejorar como país. Esperemos que esta nueva abertura del abismo nos dé una alegría y podamos recuperar lo perdido.
“El poder conseguido por medios culpables, nunca se ejercitó en buenos propositos.”
Alejandro González Harillo
