El próximo martes el Consejo de Ministros de PSOE y Podemos, aprobará la propuesta del ministro de Transportes valenciano, José Luis Ábalos, y cesará al algecireño Salvador de la Encina como Presidente de Puertos del Estado, para sustituirlo por Francisco Toledo, actual Presidente del Puerto de Castellón.
Las suspicacias en el Campo de Gibraltar son enormes con este nombramiento y parece claro que dicha medida no es ninguna casualidad, sino que forma parte de un plan absolutamente premeditado contra esta comarca y para potenciar las infraestructuras del Corredor Mediterráneo para Valencia y Barcelona.
De hecho, el cese del socialista De la Encina ha sido criticado hasta por el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, destacado dirigente del PP andaluz, ya que el papel del actual Presidente de Puertos del Estado fue decisivo para conseguir la paz en el sector de la estiba.
Y es que el historial del ministro valenciano Ábalos no presagia nada bueno. Ya en el mes de Julio de 2018 había nombrado como Comisario para el Corredor Mediterráneo a otro valenciano de su cuerda, Josep Vicent Boira. El otro eje de este Lobby valenciano es el Presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, empresario que también tiene intereses en nuestro puerto pero que no hace absolutamente nada por apoyarlo y más parece que está aquí como el enemigo en casa.
Pero a Ábalos le faltaba completar el círculo que nos va a dejar fuera de todos los trenes del futuro y de todas las infraestructuras. Y era la Presidencia de Puertos del Estado. Por ello va a cesar a De la Encina y el martes nombrará a otro amigo de la Comunidad Valenciana y totalmente también de su cuerda, el presidente del Puerto de Castellón, Francisco Toledo, como nuevo Presidente de Puertos del Estado.
De esta manera cierra el círculo y se queda con todo el staff valenciano para su Corredor Mediterráneo, ahora plenamente metido en un espectacular soterramiento ferroviario a través de toda la ciudad de Valencia para no molestar en absoluto a los vecinos y conectará directamente con el puerto valenciano. Solo ese soterramiento va a costar, al final, más que todo el enlace ferroviario Algeciras-Bobadilla.
Esperemos una respuesta contundente de todas las fuerzas vivas políticas y sociales del Campo de Gibraltar, ya que está en juego el futuro de nuestro puerto ante la competencia política desleal que está ejerciendo el lobby levantino.