Después de tres días de parada, motivada por el nuevo decreto del Gobierno que excluía el sector del acero de las llamadas actividades esenciales, la factoría de Acerinox, tras realizar las consultas jurídicas correspondientes, ha decidido reanudar su actividad, aunque reduciéndola considerablemente para minimizar la movilidad de sus trabajadores y por tanto los riesgos para la salud que ello comporta.
De esta forma, tan solo trabajará un tercio de la plantilla, con apoyo del teletrabajo para el personal administrativo y un pequeño reten de mantenimiento, lo que permitirá poder cumplir con la mayoría de los contratos de la empresa y por tanto reducir el impacto económico que esta crisis hubiese producido con una paralización total de la acería campogibraltareña.