Un plan educativo improvisado. Ha sido en plena precampaña electoral de las elecciones gallegas, en la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha sacado de la manga un plan educativo.
Y lo ha hecho así, sin anestesia. Y pretende con ello corregir los resultados de los diferentes estudios que apuntan que España está bajando a pasos acelerados en el listado de países ‘bien educados’, según se nos va diciendo en cada uno de los informes PISA que se van anunciando.
Pero por más que pueda haber algo de buenas intenciones en el anuncio gubernamental (cosa que dudo porque se ha llevado a cabo en un acto electoral), suena todo a bastante improvisado, a lo que hay que añadir que lo suyo habría sido reservar el anuncio para el Congreso de los Diputados, previo encuentro entre el propio Ministerio de Educación y las propias comunidades autónomas, además también con el sector educativo, que, por supuesto, tienen mucho que decir al respecto.
Si en algo es preciso el mayor de los consensos es en materia educativa, justo lo que no se ha hecho en los años anteriores. Y en los lustros precedentes… y así, desde luego, no vamos a ningún sitio porque hasta el mismo Pere Aragonés, Presidente de la Generalitat y uno de los socios preferentes de Pedro Sánchez, ha criticado el hecho de que Sánchez haya expuesto en un mitin electoral en Galicia ese Plan Educativo que no dice nada concreto sino solamente que será como una especie de refuerzo en Matemáticas y en comprensión lectora dotando con profesores de refuerzo para alumnos con mayores dificultades y un plan de formación para el profesorado, lo que también viene a decir o significar el fracaso de la ex Ministra socialista Celaá.
Es la demostración del fracaso de un modelo que permite a los alumnos pasar de curso con asignaturas suspensas sin adquirir los conocimientos necesarios.
Patricio González
