«Ecologistas» y «Cambiemos La Línea» echan en falta la aplicación de la ley sobre Disciplina Urbanística en La Línea. Desgraciadamente son muchos edificios en mal estado, solares sin cerramientos, con basura acumulada, con problemas de salubridad, etcétera…
Se entiende por disciplina urbanística el conjunto de medidas, técnicas y facultades que las normas atribuyen a las Administraciones públicas con competencias urbanísticas, con el fin de garantizar el cumplimiento de la legalidad urbanística, con carácter previo a los procesos de urbanización y edificación y usos del suelo, y en los casos que dichos procesos y usos supongan trasgresión de la legalidad urbanística, los mecanismos encauzados a su restauración y punición.
El departamento de Disciplina Urbanística, dependiente de la concejalía de Impulso y Desarrollo Urbano necesita urgentemente actuar en zonas marginales en La Línea, así como en edificios que presentan dejadez, falta de mantenimiento y/o limpieza. Aprovechando la circunstancia se podría potenciar el departamento y activar la unidad de policía local adscrita a tal cometido, dotando de los medios necesarios para su normal desarrollo.
La disciplina urbanística es una de las tres grandes ramas en las que se estructura el Derecho Urbanístico (planeamiento, gestión o ejecución, y disciplina). La disciplina es el conjunto de medidas, técnicas y facultades que las Administraciones públicas están obligados a poner en marcha antes, durante, y después de cualquier actuación urbanística, con el fin de garantizar que se cumple con la legalidad urbanística. En definitiva, la disciplina urbanística es la manera que tiene la Administración de hacer cumplir con las normas urbanísticas. Esto hace que el desarrollo de la ciudad tengo una evolución lineal y sin impedimentos en el desarrollo de planes urbanísticos en general.
En resumidas cuentas, para «Ecologistas» y «Cambiemos La Línea» el ayuntamiento es quien tiene el mayor protagonismo a la hora de ejecutar todas las medidas de disciplina urbanística. En otras palabras, quien manda, es el Ayuntamiento, y en sus manos está que una obra, por ejemplo, ejecutada sin licencia o contraviniendo ésta, sea o no perseguida, sea o no demolida, y los infractores acaben o no siendo sancionados por ello.
