*Ecologistas señalan la muerte poco a poco del Pinar del Rey en el municipio campogibraltareño de San Roque por la «Seca», el estrés hídrico y la mala gestión de las administraciones
El Pinar del Rey se muere, lentamente, pero se muere. Por un lado, la Seca de las quercíneas (alcornoques, quejigos, robles…), el estrés hídrico por escasez de precipitaciones, arenales abiertos en líneas cortafuegos con la anchura de una autovía donde el suelo rasurado y sin el manto vegetal de sotobosque queda expuesto a la ventilación y deshidratación.
El Arroyo Alhaja totalmente seco su cauce, desde el Arca (la Sierra) hasta Madre Vieja. Numerosos pozos que se pinchan en el acuífero de Alhaja hasta esquilmarlo, bien para riego de cultivo de aguacates e incluso llenar piscinas de las diferentes propiedades que cohabitan en el Pinar del Rey, sin control administrativo alguno, y en tiempos de restricción de suministro de agua dado el período de sequía que se prolonga.
Todo esto se suma a la desecación de la vegetación y matorral, monte bajo, masificación de copas en algunos puntos donde predomina el monocultivo a base de pinos. Exceso de restos de brozas y ramas que contribuyen a la continuidad del combustible tanto a nivel de suelo como en copas. El tránsito sin a penas control de vehículos por zona de especial conservación pudiendo esto generar la propagación de incendios, además de residuos y el consabido deterioro del entorno.
La fauna de Pinar del Rey también necesita beber, igual que nosotros los ‘humanos’, a veces muy deshumanizados. Insectos, gamos, venados, corzos, aves, ginetas, zorros, melones y hasta roedores. Necesitan agua para vivir, en una zona donde la presión y el exceso de consumo deja a la fauna local en riesgo.
Recomendados que los pozos deban estar habilitados únicamente para atender emergencias como surtir a la fauna salvaje de agua o como puntos de carga para las autobombas forestales de los medios de tierra que suelen hacer guardias con sus retenes correspondientes por la zona.
Más y mejor control, hacen un pinar sostenible y se mantendría el equilibrio ecológico.
Desgraciadamente ya hemos tenido un buen susto con el conato de incendio en el sector Alhaja, zona álamos, casi a nada de alcanzar fuego de copas y con unas proporciones preocupantes. Más atención, vigilancia, usos daría al pulmón verde una salud y longevidad que se merece.
¡¡¡El Parque Natural de los Alcornocales es reserva de la biosfera y se parece más a una zona marginal de cualquier núcleo urbano!!!
