El despliegue operativo de las Fuerzas Armadas (FAS), compuesto por
efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire ha supuesto en estas seis semanas, desde la declaración del estado de alarma, “la mayor operación llevada a cabo en Andalucía en tiempos de paz”
La Operación Balmis del Ministerio de Defensa para combatir la expansión del coronavirus ha realizado hasta la fecha en Andalucía más de 3.700 intervenciones en infraestructuras críticas, de las que más de 1.000 han sido actuaciones para la desinfección de residencias de mayores, y ha movilizado a un número de militares sin precedentes con la presencia diaria en pueblos y
ciudades en todas las provincias andaluzas de aproximadamente medio millar de efectivos.
La delegada del Gobierno de España en Andalucía, Sandra García, ha mostrado su “infinita gratitud” por el trabajo que han desarrollado lo largo de todo el territorio andaluz en tareas que han ido desde desinfección de transportes, residencias o infraestructuras sanitarias o reparto de alimentos y abastecimiento de agua, y en una segunda fase, la formación de los consorcios de
bomberos.
En total, el número de intervenciones ha ascendido a 3.733 de las que en 213 han
prestado asistencia o colaboración por parte de las FAS a Hospitales, 348 apoyos
a Centros de Salud y 186 a Centros Sociales, entre los que se incluyen centros de
tratamiento de personas discapacitadas, de reinserción, de apoyo, o ayuda a
personas sin hogar, o dependientes.
En cuanto a desinfecciones, la operación Balmis ha realizado 2.659 de las que 1.027
han sido actuaciones en residencias de mayores, tanto en apoyo (521) como en
desinfecciones integrales, internas y externas (506). Igualmente han actuado como
apoyo en labores de desinfección en 752 edificios de la Administración pública, que
han comprendido dependencias de la administración que han recibido algún tipo de
colaboración, incluyendo dependencias de la Guardia Civil o de la Policía Nacional,
Juzgados, centros penitenciarios y, en general, todos los centros adscritos a la
Administración General del Estado.
Además, han actuado en centenares de sistemas de transporte como estaciones
de tren, metro, autobús y marquesinas de autobús y en infraestructuras, no solo
críticas, como puentes o carreteras específicas.
Las intervenciones proporcionadas por las Fuerzas Armadas han supuesto seis
distintos tipos de apoyo: las propias de desinfección, las sanitarias, las de albergue
y campamento, las logísticas, las de presencia y reconocimiento y las de apoyo a
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Las sanitarias han comprendido apoyos tanto de personal como de material; las
propias de desinfección, que han agrupado todas aquellas actividades de limpieza
para erradicar la presencia del virus con independencia de la entidad o profundidad
de la desinfección. Otro tipo han sido las de albergue/campamento, entre las que
se ha incluido el apoyo que se ha proporcionado de material o alimentos a cualquier
otra dependencia, el apoyo de una tienda a un hospital, así como una cesión de
mantas o el apoyo con alimentos a centros sociales.
Por último, las FAS han realizado presencia y reconocimiento en numerosos pueblos y ciudades por todas las provincias andaluzas con actividades de presencia patrulla y reconocimiento.
En concreto, la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha acumulado desde el
inicio de la Operación Balmis 1.432 intervenciones en 1.890 visitas a pueblos y
ciudades de todas las provincias, dentro de las cuales 370 se han centrado en
tareas de desinfección de residencias de mayores, 191 en hospitales, 140 en
Centros de Salud y Clínicas y cerca de 200 sistemas de transportes como puertos,
aeropuertos, estaciones de autobús y metro o tranvías.
La misión de las Fuerzas Armadas en esta crisis sanitaria ha sido bautizada con el
nombre de operación ‘Balmis’, como homenaje a la expedición humanitaria que
lideró Francisco Javier Balmis entre 1803 y 1806, un médico militar que llevó la
vacuna de la viruela a los territorios del imperio español en América y Filipinas.
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