Pesar municipal por el fallecimiento del sacerdote Francisco García Ruiz, el popular “cura Paco” como consecuencia de una penosa enfermedad.
El religioso estaba residiendo en este último tramo en el Asilo de San José junto a las integrantes de la Congregación de los Hermanitas de los Ancianos Desemparados, y tuvo que ser trasladado al centro sanitario ante el agravamiento de su estado.
Inmensa labor la que el padre Paco realizó durante su vida ministerial ayudando a los demás, especialmente a lo largo de los muchos años que ha ejercido como capellán del hospital Punta de Europa. Allí, este sacerdote se convirtió en un pilar fundamental para los pacientes, independientemente de la confesión religiosa a la que perteneciesen.
El pasado 5 de octubre, en la Parroquia de San Antonio de Padua del barrio de La Reconquista tuve ocasión, en nombre de la ciudad, de agradecerle al cura Paco todo lo que hizo por la ciudad tanto en el ámbito pastoral como en el plano social, con una especial preocupación por facilitar la formación y la educación de los jóvenes en cada una de las localidades en las que ejerció su sacerdocio, entregándole un reconocimiento en presencia de sus feligreses y amigos.
No solo se nos ha ido un sacerdote, sino un buen amigo de todos quienes le conocimos. Por ello, en estos momentos de tanto dolor, solo podemos estar al lado de sus familiares, sus hermanos en el Prebisterio, feligreses y quienes le quisieron para hacerles llegar nuestro abrazo más fraternal.
