La Policía Nacional sigue investigando los crímenes de presuntos yihadistas sucedidos ayer en Algeciras. De hecho las personas que estaban ayer en los servicios religiosos en San Isidro no reconocen al asesino de Diego Valencia, sacristán de La Palma, como el mismo musulmán que acuchilló al sacerdote salesiano, Antonio Rodríguez.
Por lo tanto es posible que no se trate de un «lobo solitario» como se especulaba, sino de un grupo organizado de marroquíes, alguno de los cuales todavía no ha sido detenido.