Un año más, las familias algecireñas se echaron a la calle para disfrutar de una de las fiestas tradicionales con más arraigo en la ciudad. No solo abarrotaron el Mercado Ingeniero Torroja, sino que todo el centro en su conjunto vivió una noche de gran animación.
Esta fiesta se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII, cuando agricultores de toda la comarca montaban sus puestos en la Calle Castelar para vender frutos secos, caña de azúcar, boniatos y castañas una vez terminada la cosecha, uniendo este hecho con la festividad de Todos los Santos que cómo es sabido se celebra el 1 de Noviembre.
Ya en el Siglo XX, pasa el exterior del Mercado de Abastos y desde hace cuatro años también abren los puestos del interior ofreciendo una gran variedad de productos y de tapas a los visitantes, todo ello amenizado con una gran variedad de actividades y de actuaciones musicales organizadas por el Ayuntamiento y pensadas fundamentalmente para los más pequeños.
Algeciras volvió a demostrar anoche que Tosantos tiene futuro y que como es una ciudad tolerante, puede convivir con jóvenes disfrazados al estilo Halloween -que también los hubo-,al fin y al cabo esta es una fiesta de todos, y todos cabemos en nuestra ciudad, por eso daba alegría ver las calles y la hostelería llenas de algecireños disfrutando de una gran noche, ya que hasta el tiempo acompañó.