Cepsa ha hecho publicos sus resultados económicos en el primer semestre del año en curso que arrojan un resultado negativo de 8 millones de euros, frente a los 129 millones de beneficios que obtuvo en el primer semestre del año 2019.
La fuerte disminución de los precios del crudo causada por la Covid-19 ha impactado también en la valoración de los inventarios de la compañía, resultando en un efecto sin impacto en caja de 464 millones de euros negativos. Además, Cepsa revisó sus previsiones de precios a largo plazo, lo que provocó un deterioro sin impacto en caja de los activos de Exploración y Producción por valor de 331 millones de euros. El resultado neto según las normas internacionales de información financiera (NIIF) durante el primer semestre de 2020 se situó en 841 millones de euros negativos, comparados con los 273 millones alcanzados en el mismo periodo de 2019.
La compañía también informa que registró un resultado bruto de explotación ajustado (EBITDA) de 633 millones de euros en el primer semestre de 2020, un 37% menos que en el mismo periodo del año anterior, debido principalmente al impacto de la pandemia de la Covid-19 en los mercados y la demanda, que afectó a los negocios de Exploración y Producción, Refino y Marketing, especialmente durante el segundo trimestre, compensado por el sólido comportamiento del negocio de Química y el ahorro de costes.
Para Philippe Boisseau, consejero delegado de Cepsa, «Los resultados de Cepsa en el primer semestre de 2020 se han visto afectados por la acusada caída en los precios del petróleo, el entorno de bajos márgenes de refino y la disminución de la demanda doméstica de productos derivados del petróleo como consecuencia de la pandemia provocada por la COVID-19 y las medidas de confinamiento impuestas en España y Portugal.
En este difícil entorno de mercado, hemos puesto en marcha un Plan de Contingencia que comprende una amplia variedad de iniciativas destinadas a preservar la solidez del negocio y la generación de caja. Nuestro modelo de negocio integrado, que ha demostrado ser altamente resiliente en estas complejas circunstancias, nos ha proporcionado flexibilidad para implementar una serie de programas de ahorro de gastos y reducción de inversiones, cuyo ahorro total en todas las unidades de negocio y áreas funcionales ascenderá a 500 millones de euros y nos permitirá adaptarnos a un panorama de mercado en constante cambio. En el segundo semestre del ejercicio, seguiremos esforzándonos al máximo para materializar estos ahorros y mantener un estricto control sobre el capital circulante de la compañía».