*El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, pide que esta sea una negociación para favorecer a los campogibraltareños y no para favorecer al Gobierno de España
*Hasta ahora, Gibraltar ha sido el más beneficiado tras la irregular situación alcanzada tras los acuerdos de Nochevieja, consiguiendo los beneficios de haberse quedado “dentro y fuera” de la Unión Europea, aprovechándose de lo mejor de cada momento y situación, y todo ello por la pésima negociación del gobierno de España, apostilló Landaluce
Los trabajos formales sobre un tratado entre el Reino Unido y la Unión Europea que regule la futura relación de Gibraltar con la UE comienzan hoy lunes en Bruselas.
Será una reunión técnica de funcionarios del Reino Unido y de Gibraltar, por un lado, y funcionarios de la Unión Europea, por otro, sin deliberaciones políticas previstas en esta fase.
La reunión de este lunes marca el inicio del proceso y se espera que establezca las cuestiones técnicas y la asignación de las líneas de trabajo, así como otras cuestiones.
Se trata de la consecuencia del marco político acordado por el Gobierno de Gibraltar a finales del año pasado, que establece el equilibrio político ya alcanzado entre los Gobiernos del Reino Unido, Gibraltar y España.
El alcalde, José Ignacio Landaluce, ha realizado una valoración del inicio de las conversaciones entre Reino Unido y Gran Bretaña con la vista puesta en el la situación de Gibraltar tras el Brexit. En este sentido, la pirmera autoridad municipal ha hecho un llamamiento a los negociadores que representan a nuestro país en esas reuniones recordándoles que están allí “para velar por los intereses de todos los españoles y más concretamente a los campogibraltareños, no para contentar al Gobierno de España”.
Entre todas las consideraciones que puedan abordarse en este foro, para Algeciras y la comarca hay una prioridad, que no es otra que saber cuáles son las decisiones y cómo van a afectar al futuro inmediato, a medio y a largo plazo de los trabajadores transfronterizos, esas miles de personas que dependen de la fluidez y el entendimiento entre ambos territorios.
Aún planteando estas conversarciones desde la perspectiva más halagüeña, prosigue el alcalde de Algeciras, la verdad es que todo parecía indicar que los acuerdos alcanzados en la Navidad del pasado año iban a ser la solución, “pero la realidad es que todo apunto a que vamos a llegar a la Navidad de este año y todavía estamos buscando la conversión de esos acuerdos en un tratado entre Reino Unido, Unión Europea, que deberían tener el visto bueno de España y ser aceptados también por Gibraltar”.
El primer edil ha exigido que se cumplan desde el primer momento las disposiciones que se adopten y que estas decisiones no siempre beneficien a una parte sino que formen parte una visión general de futuro del Campo de Gibraltar dentro de la Unión Europea. A modo de ejemplo, Landaluce pone el control de fronteras, “sobre el que sería deseable que España tuviese control directo desde el primer instante, porque pudiera ocurrir que la política de hechos consumados volviese a hacerse patente”, recordando la cesión puntual que se hizo sobre el istmo en 1815 con motivo de la epidemia de fiebra amarilla, situación que prevalece hasta nuestros días.
Hasta ahora, Gibraltar ha sido el más beneficiado por esta irregular situación, consiguiendo los beneficios de haberse quedado “dentro y fuera” de la Unión Europea aprovechándose de lo mejor de cada momento y situación, y todo ello por la pésima negociación de nuestro Gobierno. “No podemos dejar pasar esta oportunidad de obtener beneficios que se traduzcan en mejoras que permitan esa zona de prosperidad compartida que tanto anhelamos” apostilla el alcalde.
Por último, José Ignacio Landaluce ha valorado el retraso en la llegada del Plan Campo de Gibraltar, del que ha ironizado “debe venir en el tren de Madrid a Algeciras”. El Gobierno se comprometió a aportar mil millones de euros por año y llevamos tres años sin recibir nada. Esa es la exigencia que pedimos a Madrid. Si viniese acompañado de un plan de compensación por el Brexit, mejor que mejor, pero los compromisos deben cumplirse.
