El Castilla es una de las plantillas mejores de la categoría, con más registros futbolísticos. Pueden jugar combinativo pero tienen calidad y talento, pueden jugar directo por que son ganadores en las disputas aéreas con Latasa, Gudjohnsen, Álvaro, jugadores de gran envergadura. También pueden jugar replegados y a la contra, porque tienen velocidad. Es un equipo muy completo, una plantilla muy buena, que casi como todos los equipos, es más fuerte en casa que como visitante. Ellos en casa sacan los partidos con mucha solvencia, incluso muchos de ellos con goleadas y fuera de casa les cuesta más, como nos cuesta a todos. Este es un partido contra un rival muy fuerte que tiene todavía opciones de hacer playoff y para nosotros es una final.
Gestionamos este partido desde la tranquilidad y la normalidad, les he dicho a los jugadores que no cambien rutinas, que no hagan nada especial y estén tranquilos. Ya tendrán tiempo a meterse de lleno en el partido al llegar al estadio y demos la alineación. A veces, vivir el partido desde tanto tiempo atrás hace que llegues desgastado al partido, sobreexcitado, o sea, debemos darle normalidad siendo conscientes de lo que nos estamos jugando pero con la mayor normalidad posible.
La clave de este partido, al igual que en todos los demás, es dejar la puerta a cero, eso te permite que solo tengas que hacer un gol para ganar el partido, lo cual es muy importante.
Es un partido que hay que saber jugarlo porque en estas circunstancias no hay que ir a tumba abierta, nosotros necesitamos los tres puntos para depender de nosotros el último partido, pero también sabemos que a ellos solo les vale la victoria. El otro día en San Fernando tuvimos un inicio muy bueno que nos dejó ponernos con un marcador muy favorable y luego supimos manejar bien el partido. Pues este partido exactamente lo mismo, hay que estar preparados para dominar y para ser dominados en ciertos momentos porque es un rival con calidad y en el momento que no tengas el balón estar juntos, pero para mi, sobre todo, la clave es dejar la portería a cero porque te resulta más fácil ganar el partido si no encajas.
