Se trataba de un Funeral de Estado pero lo han convertido en un Homenaje Laico a las víctimas. La verdad es que ha sido un homenaje sobrio y las palabras de Hernando Calleja (Hermano de José María Calleja, periodista fallecido por Coronavirus) me han emocionado.
Pero esperaba que , al menos , en este acto actualizaran el número de fallecidos para que fuese ese homenaje real a todos, pero no, no han dado cifras y desde la Televisión pública española han seguido hablando de poco más de 28.000 aclarando que son las cifras oficiales. Se han olvidado de 20.000 muertos pero creo que todos los que hemos seguido el homenaje también los hemos llevado en nuestro corazón a esos 20.000 que no han querido reconocer.
A pesar de ser un homenaje laico, lo primero que han sonado esta mañana han sido las campanas de la Almudena lo que les ha recordado que por mucho que lo quieran obviar, las campanas de la Catedral han doblado y como decía Raul del Pozo, “la gente , como no oye doblar las campanas, ignora que la parca nos está buscando y lo ve como una estadística”, lo que significa que los muertos no aparecen en el telediario porque al poder no le interesa y quedan reducidos a una cifra. Pero hoy, a pesar de que no quisieran, han repicado las campanas y eso significa justo lo contrario de esas cifras a las que quieren dejar reducidos a nuestros fallecidos.
Me vuelve a la cabeza esa frase de ¿Por quién doblan las campanas?, del libro Hemingway . Y en él, utiliza versos de un poeta inglés del siglo XVII que decía:»la muerte de cualquier persona me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas; doblan por ti». Seamos o no religiosos, creamos o no en la resurrección, las campanas hasta ahora silenciadas doblan por los muertos y por todos nosotros. Nos recuerdan que somos mortales.
Y hoy, mal que les pese, han doblado las campanas por todos nuestros muertos, todos, ni uno menos.
