Ecologistas vuelven a denunciar otro vertido de aguas fecales, en este caso en el conocido como «cañito» de San Bernardo en La Línea.
Se estima que más del 80% de las aguas residuales que generamos se liberan al medio ambiente sin recibir el tratamiento adecuado.
Este caso refleja la falta de atención ambiental y de salubridad de las administraciones públicas hacia la ciudadanía y el medio ambiente.
Los Ecologistas recuerdan que en Europa, un directiva sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas estable que los estados miembros deben de adoptar medidas necesarias para garantizar un tratamiento adecuado antes de verterlas.
Cierto es que en el 2014 se alcanzó un nivel muy alto con respecto al cumplimento que hicieron los estados. Asimismo, el grado de cumplimiento de los 15 países que conformaban entonces la Unión Europea hasta 2004 es del 98,6% y el de los países incorporados de manera posterior es del 63%.
En Europa, la Directiva 91/271/CEE sobre tratamiento de aguas residuales urbanas establece que los estados miembros deben adoptar las medidas necesarias para garantizar un correcto tratamiento antes de verterlas al medio.
Los vertidos de las aguas cloacales de las viviendas y los originados por la enorme cantidad de actividades económicas e industriales contienen organismos patógenos y otros contaminantes que son causantes de múltiples enfermedades, de ahí la necesidad de una correcta gestión en la depuración de las aguas fecales. Alrededor de 3,4 millones de personas mueren cada año por afecciones asociadas a la presencia de residuos humanos en el agua como el cólera, la fiebre tifoidea, la hepatitis infecciosa, la poliomielitis, la criptosporidiosis, la ascariasis y las enfermedades diarreicas.
Desgraciadamente no es nuevo en el Campo de Gibraltar este tipo de situaciones. Averías, fugas, mal estado de las cañerías deben de estar en la lista de prioridades de los ayuntamientos y administraciones correspondientes