El sector agroalimentario es el fórmula uno de las exportaciones andaluzas. Sus números, pese a las restricciones causadas por la pandemia y el lastre de aranceles y vetos, siguen creciendo en un mercado
global cada vez más competitivo y con más competidores.
En Andalucía sabemos muy bien que nuestro agro es potencia mundial, que somos la huerta, no solo de Europa, sino de muchos países que apuestan por la calidad, la innovación y la sostenibilidad de nu
estros campos. ¿Pero sabemos cuáles son los productos que más vendemos y a qué países exportamos
más? Aquí te lo contamos.
La ‘pool position’ de nuestros productos agroalimentarios la ocupa ahora el aceite de oliva virgen extra. Los últimos datos de exportación analizados por la Consejería de Agricultura de la Junta y correspondientes al periodo enero-octubre, señalan que el oro verde andaluz contabiliza ya 1.203 millones de euros en ventas más allá de las fronteras españolas. Y esto, a pesar de que su valor en el mercado internacional no pasa por su mejor momento.
Por detrás, se sitúa el pimiento con 624 millones, casi la mitad que el Aceite de Oliva Virgen, emblema indiscutible de la dieta mediterránea. El tercer lugar, los tomates andaluces siguen coloreando las cocinas de medio mundo.
En cuarto lugar y pese a que aún queda lejos los meses de máxima producción, encontramos las fresas frescas. El quinto puesto es para el aceite de oliva no virgen, al que le siguen los pepinos y las aceitunas.
El principal destino de los productos agroalimentarios de Andalucía es Alemania, donde las frutas y hortalizas andaluzas son muy apreciadas por un consumidor muy exigente y comprometido con la sostenibilidad social y medioambiental. En total, de enero a marzo suman 1.654 millones de euros. No muy lejos encontramos a la vecina Francia.
El tercero de los países que más compra productos agroalimentarios andaluces es el Reino Unido. Por eso, su salida de la Unión Europea es una de las principales preocupaciones de nuestras empresas más
exportadoras, que temen una caída en las ventas como consecuencia de los efectos prácticos del Brexit.