A tan solo 33 kilómetros de Los Barrios y 16 de Benalup, en pleno Parque de los Alcornocales, se alzan las ruinas del Monasterio del Cuervo, un lugar misterioso y telúrico, que desgraciadamente en la actualidad resulta muy complicado de visitar.
La historia del monasterio es relativamente reciente. A principios del Siglo XVIII, los Carmelitas Descalzos buscaban un lugar apartado para establecerse y recrear su peculiar “desierto”, donde poder desarrollar su característica vida monástica contemplativa.
Tras mucho buscar por toda la provincia de Cádiz, el explorador de la Orden, fray José del Espíritu Santo, consideró que este lugar, situado en la llamada Garganta del Cuervo, reunía todas las condiciones necesarias para levantar el monasterio: soledad, agua y una importante riqueza vegetal que garantizaba la supervivencia de los monjes.
En el año 1715, la Orden consigue que el Ayuntamiento de Medina Sidonia les done estos terrenos, unas 600 fanegas, e inmediatamente comienzan las obras del monasterio, con su iglesia, claustros y hospedería.
Es precisamente la hospedería y los supuestos efectos curativos de sus aguas, lo que provoca el auge del monasterio y una cierta suficiencia económica a la comunidad religiosa.
El cenobio es visitado por personas de relieve tanto del Campo de Gibraltar como de la zona gaditana, bien en búsqueda de retiro espiritual o sencillamente a “tomar las aguas” para curar alguna enfermedad.
De hecho, en el año 1763, el médico José Miravete publicaba un trabajo sobre dichas aguas en las que afirmaba que curaban la histeria, el escorbuto, la parálisis o la caquexia, entre otras patologías.
Otra de las funciones del monasterio fue la de servir de camposanto, tanto a los monjes como a sus huéspedes. Según el Libro de los Difuntos Seglares, en el cenobio se encuentran sepultadas 397 personas que por diferentes causas fueron inhumados allí, utilizándose para dicho cometido los claustros, la iglesia y el patio central del monasterio.
Pero también muy pronto, fruto de envidias y habladurías, pero quizás también con alguna base real, comenzaron a circular en la zona “historias” sobre la riqueza que atesoraban los monjes, extraños suicidios y hasta la imputación del rapto de alguna joven de la comarca desaparecida.
De hecho, en el año 1796, se denunciaba desde Medina que “corridos 82 años desde que se hizo la donación, el convento no se había erigido en Desierto”, criticando la peculiar y relajada “vida monástica” que llevaban los frailes.
Eran los tiempos de máximo esplendor del monasterio convertido ya, tras diversas ampliaciones, en una de las joyas arquitectónicas del barroco en la provincia.
Poco más duraría la vida del convento, en 1835, la desamortización de Mendizábal exclaustraría a los Carmelitas, pasando el monasterio y sus tierras a manos privadas.
Comenzó entonces el deterioro del edificio, que se convirtió en seguro refugio para “huidos de la justicia”, bandoleros y hasta activistas revolucionarios de “La Mano Negra”. Su último habitante conocido, ya en los años 50 del siglo pasado, sería el “Hermano Antonio”, un pintoresco personaje que ataviado con un andrajoso hábito carmelita, recorría los pueblos de la zona pidiendo limosna, a cambio de enseñar “malamente” el catecismo a los lugareños.
Los distintos propietarios por los que fue pasando la finca, nada hicieron o pudieron por evitar el continuo deterioro del monasterio, ni por poner en valor los terrenos que le rodean, y la leyenda del inmueble como lugar misterioso y maldito se fue acrecentando con el tiempo.
De hecho, ya en los años 80, se convirtió en un centro de peregrinación de los “amantes de lo oculto” que en algunos casos dieron testimonio de los sucesos paranormales que sucedían en su interior. Fue el caso del joven investigador Javier Romero, el cual estaba realizando pruebas psicofónicas en el convento, cuando notó como descendía la temperatura y al girarse comprobó cómo tras de sí había una figura tocada por un hábito que se desvaneció en sus narices.
Otro reputado investigador, Luis de Mora Figueroa, nos narra que en 1987, acampó allí con tres amigos y que se despertaron de madrugada tras escuchar unos fuertes chasquidos, pudiendo ver con sus propios ojos, gracias a una linterna, como unas piedras del suelo se movían y chocaban entre sí.
Son varias las personas que han pasado la noche allí que afirman haberse sentido observadas y que al entrar en el edificio era como si estuviesen entrando en otra dimensión. De hecho, fueron varias las acampadas que terminaron de forma acelerada, ante apariciones o presentimientos que infundieron un temor insuperable a los excursionistas.
En el año 2003, el Ayuntamiento de Medina decidió poner fin a las visitas, alegando un cierto peligro para los visitantes por el estado ruinoso en que se encuentra el edificio.
Desde entonces ha sido objeto de algunas obras de restauración por parte de sus actuales propietarios, una empresa belga, que mantiene toda la finca cerrada al público.
Finalmente, en el año 2013, la Junta de Andalucía incluyó el monasterio en el «Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz», pero por desgracia en la práctica, la posibilidad de visitarlo sigue siendo muy complicada, y no parece que ni por los poderes públicos ni por la propiedad del inmueble, exista el más mínimo interés en reabrirlo a los ciudadanos o en llevar a cabo las obras necesarias para que recupere parte de su antiguo esplendor.
EL LOBO ESTEPARIO, 25.12.20
7 respuestas
Es cierto he estado varias veces de acampada en el Monasterio. Un sitio magico.
La ultima vez que estuve salimos corriendo yo y mi compañera ,vimos lo mismo un espectro calaverico ,no he
vuelto mas.
Es una lastima que ahora este en manos privadas gracias a las gestiones ocultas de la Junta de Andalucia siendo Presidenta Susana Diaz, pues esta declarado con fines B.I.C. Bien de interes Cultural.
Su propietario es actualmente Ricardo Arranz de Miguel hostelero de Marbella .
Seria muy muy interesante averiguar como se vende un patrimonio Andaluz y que intereses ha habido en este negocio.
Muy buenas mi nombre es Manuel y me gustaría hacer una reflexión respecto a que hayan calificado el Monasterio del Cuervo como propiedad privada.
Por una lado he de reconocer el trabajo del Sr. D. Ricardo Arranz de Miguel por haber reformado el monasterio como lo ha hecho, pues eso le dará mucho mas tiempo de vida y por consiguiente mas generaciones podrán conocer y visitar un lugar tan especial y mágico como lo es aquel, por su historia, emplazamiento, orientación y por tantos acontecimientos que han sucedido dentro de esas paredes.
Sería todo un detalle por parte del Sr. D. Ricardo Arranz , el poder gestionar de alguna manera la forma de poder realizar visitas en grupos de personas controladas y dirigidas por un guía, para poder exponer esa obra de arte que ha acabado de completar gracias a su reforma, y permitir a los demás que puedan conocer esa maravillosa historia que sucedió tiempo atrás.
Aquel que sepa apreciar y valorar estas cosas, es una lastima que no pueda tener acceso a poder disfrutarlas y experimentar cuanto de hermoso y mágico tiene ese lugar tan especial.
Yo tuve la oportunidad de visitarlo siendo un niño, y aun guardo maravillosos recuerdos de aquel hermoso lugar.
La forma de gestionarlo la verdad que no sabría cual exponer, pero tras reuniones seguro que se encuentra una, la cual nos permita poder conocer aquel lugar, porque aquello durará muchos siglos lo que no vamos a durar nosotros, y es muy bonito conocer lugares así.
Un cuadro por muy famoso y valioso que sea, dentro de una cámara acorazada no tendrá valor alguno.
Un saludo para todos y confío en que alguna solución se le dará a esto.
Buenas tardes
Opino igual que Manuel Macías. de que podríais de intentar organizar visitas en grupo con permiso del dueño, es una lastima. que por parte del ayuntamiento, o del dueño y de la diputación de Cadiz no se pueda organizar x dias añ año visitas. y en el caso de que ya se pudiera visitar me gustaría tener mas información o al ser posible contactar con el dueño o alguien y poder hablar con el.
¿está en término municipal de Los Barrios o de casas viejas
José María dice:
Buenos días.
Suscribo todas las declaraciones y opiniones anteriores. Yo no he podido visitarlo porque cuando mi obsesión por ir a visitarlo seguía en mi cabeza ya estaba cerrado al público. Es una verguenza que un edificio declarado bien de interés cultural, esté en manos privadas por intereses economicos y contraproducente que perteneciendo al Patrimonio Histórico no se pueda visitar, pero peor aún que éstos políticos no hagan nada para poder evitarlo. Si hubiera alguién que le guste la historia de nuestros predecesores y los bienes culturales de nuestra tierra con suficiente poder para poder iniciar negociaciones con el dueño para que se pudieran retomar éstas visitas sería un gran logro para todos los que sentimos que ésto forma parte de nuestra historia y tenemos el derecho de poder por lo menos visitarlo, de forma segura y controlada claro está y se tratara de dinero no me importaría pagar por ello éstas visitas ya que desgaraciadamente el dinero es lo que los mueve.
Muchas Gracias.
Un saludo para todos.
José María dice:
Buenos días.
Suscribo todas las declaraciones y opiniones anteriores. Yo no he podido visitarlo porque cuando mi obsesión por ir a visitarlo seguía en mi cabeza ya estaba cerrado al público. Es una verguenza que un edificio declarado bien de interés cultural, esté en manos privadas por intereses economicos y contraproducente que perteneciendo al Patrimonio Histórico no se pueda visitar, pero peor aún que éstos políticos no hagan nada para poder evitarlo. Si hubiera alguién que le guste la historia de nuestros predecesores y los bienes culturales de nuestra tierra con suficiente poder para poder iniciar negociaciones con el dueño para que se pudieran retomar éstas visitas sería un gran logro para todos los que sentimos que ésto forma parte de nuestra historia y tenemos el derecho de poder por lo menos visitarlo, de forma segura y controlada claro está y se tratara de dinero no me importaría pagar por ello éstas visitas ya que desgaraciadamente el dinero es lo que los mueve.
Muchas Gracias.
Un saludo para todos.
Hola. Yo si lo visité en varias ocasiones. Acampabamos allí grupos de hasta ocho o diez personas. Pertenecíamos a la cruz roja juventud de Cádiz. Aunque no íbamos en representación de cruz roja. Allí disfrutabamos como locos, bañándonos en el río que está junto al antiguo molino, casi derruído, o bebiendo agua de la pequeña fuente de santa maría, en un angosto camino por detrás del monasterio. Recuerdo con cariño aquel lugar. A mi me llamaban hipy.