El rey Mohamed VI de Marruecos ha trasladado a la opinión pública su intención de inaugurar una «nueva etapa inédita» en sus relaciones con España, construida sobre la base de la «confianza, la transparencia, el respeto mutuo y la honra de los compromisos».
En un discurso a la nación pronunciado con motivo del 68º aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo, el rey marroquí ha señalado que espera continuar trabajando con el Gobierno de España, después de la «crisis inédita» en las relaciones entre ambas naciones.
A juicio de Mohamed VI, esta crisis ha sacudido fuertemente la confianza mutua y ha planteado numerosos interrogantes sobre su destino. En este sentido, ha defendido que Marruecos ha trabajado con la parte española en «un clima de total sosiego, transparencia y responsabilidad».
El mandatario ha asegurado que ha seguido personalmente y de manera directa la marcha del diálogo y el desarrollo de las discusiones con España y ha sostenido que el objetivo del reino alauí no consistió únicamente en superar la crisis, sino en hacer de la misma una ocasión para revisar los fundamentos y los determinantes que gobiernan las relaciones entre Madrid y Rabat.
«Así pues, además de los tradicionales puntos constantes, hoy velamos por consolidarlas mediante la comprensión conjunta de los intereses de los dos países vecinos», ha incidido, antes de subrayar que Marruecos procura establecer relaciones «fuertes, constructivas y equilibradas», sobre todo con sus países vecinos. «Esta es la misma lógica que gobierna nuestra orientación actual con respecto a nuestras relaciones con la vecina España», ha concluido.
Marruecos y España vivieron una grave crisis a raíz del ingreso hospitalario en Logroño del secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali. A lo que Rabat respondió facilitando la entrada en Ceuta de más de 10.000 inmigrantes, lo que desencadenó una escalada de tensiones entre ambos países.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que Marruecos es un socio estratégico para España y apeló a la discreción para no desvelar qué gestiones lleva a cabo el Ejecutivo para recomponer las relaciones bilaterales con el país.