Un nostálgico y entrañable viaje en el tiempo a través de la memoria se ha llevado el pasado viernes en el Casino de Los Barrios para recordar y revivir los orígenes de la popular y tradicional fiesta del Día del Niño y para ensalzar la figura de quien fuera su promotor hace ahora 50 años, el muy querido y añorado Padre Juan José Olite.
Ha sido gracias a la mesa redonda organizada por la Parroquia de San Isidro Labrador, con la colaboración de la delegación de Cultura del Ayuntamiento de Los Barrios, que dirige Daniel Pérez Cumbre, e incluida en la programación de actos previstos a lo largo de este 2022 con motivo del quincuagésimo aniversario de esta celebración, que se instituyo allá por 1972.
La cita ha contado con la asistencia de la delegada de Participación Ciudadana, Inmaculada Domínguez; el edil de Juventud, Antonio Dávila, y el concejal de Urbanismo, Pablo García, así como un numeroso público.
En el coloquio han participado de Sor María José, Hija Adoptiva de la Villa, José Antonio de la Yeza, José Antonio Del Real Lendínez, María José Lozano Machado, José Miguel Pecino Sánchez y Domingo Mariscal Rivera, quienes han compartido sus vivencias y sus impresiones sobre esta fiesta infantil multitudinaria, que marcaría un antes y un después en la historia reciente del municipio. La presentación y moderación ha corrido a cargo de Darío Iglesias Muñoz.
El Día del Niño fue fruto de la iniciativa del Padre Juan José Olite, quien quiso dar vitalidad al por aquel entonces pequeño pueblo de Los Barrios con la experiencia de una celebración similar que tenía lugar en la localidad navarra de la que el párroco procedía. La idea gozó desde el principio de una excelente acogida y acabó convirtiéndose en poco tiempo en uno de los más importantes eventos del calendario festivo barreño.
Desde sus comienzos la fiesta, además de estar concebida para despertar ilusión y alegría en los más pequeños, tuvo también carácter reivindicativo y sirvió para demandar mejoras en una población que en aquellos primeros años de la década de los años 70 del pasado siglo sufría muchas carencias en educación, sanidad e infraestructuras.
El Padre Olite había traído consigo a Los Barrios los afanes renovadores y progresistas que el Concilio Vaticano II había trasladado al seno de la Iglesia Católica durante el papado de Juan XXIII, cuando la dictadura todavía emitía sus últimos estertores, pero en España ya empezaban a soplar vientos de cambio y libertad, y contó con la colaboración y la complicidad de una comunidad de jóvenes maestros recién afincados en la localidad y muchas personas vinculadas con el entorno parroquial.
Ese carácter reivindicativo inicial continuaría manteniéndose en los años posteriores, una vez instaurada la democracia y llegados los avances de la modernidad, para abogar por valores universales como la paz, el amor y la solidaridad.
La mesa redonda ha concluido con un reconocimiento a los intervinientes y con los sones de unas de las canciones más emblemáticas del Día del Niño, compuesta por Domingo Mariscal, que ha sido coreada con gran emoción por una buena parte de los presentes.
Las actividades de este 50º aniversario arrancaron el pasado mes de marzo con una exposición fotográfica y proseguirán en septiembre con el descubrimiento de un monolito en memoria del Padre Juan José en la calle que lleva su nombre.
La programación se completará el 1 de octubre, con una edición más de la tradicional fiesta, y dos semanas después, el día 15, con un concierto a cargo de Domingo Mariscal, más un acto de clausura previsto para el 29 de octubre.
