El senador del Partido Popular y alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha calificado como los «peores presupuestos de la historia» las partidas que el Gobierno de España ha destinado para el Campo de Gibraltar en los Presupuestos del Estado para el año 2023.
Landaluce ha puesto el acento en la falta de inversión para el tan anunciado Plan del Campo de Gibraltar. «No hay absolutamente nada. Nos prometieron 1.000 millones y no han ejecutado ni siquiera el 10%», afirma.
En el capítulo de infraestructuras, el senador ha denunciado que las cantidades que recogen los PGE para la línea férrea Algeciras-Bobadilla, la A-48 o proyectos como la circunvalación de Campamento son «insuficientes».
«Han aumentado estas partidas de los 100.000 del año pasado a 500.000 euros, pero en realidad da igual porque el año pasado no invirtieron ni un euro de lo presupuestado y en 2023 no lo van a hacer tampoco», ha señalado en su rueda de prensa.
Sobre la cantidad destinada a la Algeciras-Bobadilla ha sido especialmente crítico y ha recordado que de los 300 millones de euros previstos en el ejercicio anterior solo se invirtieron 5 millones.
Asimismo ha lamentado que el Gobierno solo destine 2 millones para la segunda fase de los colectores de Algeciras para un proyecto que está presupuestado en 10 y donde el año pasado no se destinó nada de lo previsto.
Landaluce también ha criticado que en el documento elaborado por el Gobierno de Pedro Sánchez no aparece ninguna referencia a la declaración de Zona de Especial Singularidad para el Campo de Gibraltar.
«No va a aumentar el número de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para la comarca, ni se les dota de equipamiento logístico ni de inteligencia para luchar contra las mafias de la inmigración y de la droga. Además trabajan más que en ningún otro territorio y seguirán cobrando lo mismo», ha apuntado.
También echa en falta Landaluce entre las partidas inversiones encaminadas a paliar los efectos del Brexit en la comarca.
En definitiva, ha anunciado que el Partido Popular presentará enmiendas a unos presupuestos que «no me merecen ninguna credibilidad».
