Noticias Campo de Gibraltar
26 abril 2024
26 abril 2024

Elena Sáez Arjona: LA EXPERIENCIA HISTÓRICA EN UCRANIA

Una quiebra civilizatoria tan profunda como las destrucciones de la guerra socava el núcleo moral de una sociedad y su cultura constituyendo un desafío para la humanidad en su totalidad. El mal que hay que evitar ya no es sólo la guerra que se desboca hasta convertirse en una lucha total, sino una des-civilización en la que se suprimen los principios de inhibición más elementales hasta la trivialización total de la maldad. Los motivos que pueden explicar la invasión militar de Rusia a Ucrania habría que buscarlos en el trasfondo de experiencias históricas.

Quizá Putin sólo esté siguiendo los pasos de Stalin y quiere rehacer el imperio soviético para evitar la democracia en Rusia. Afirmación que sostiene el historiador francés Stéphane Courtois autor de El libro negro del comunismo. Sostiene Courtois que tras la caída del imperio zarista a consecuencia de la Revolución Rusa Ucrania consigue en marzo de 1917 la emancipación: «los ucranianos crearon una Rada —asamblea presidida por Mykhaïlo Hrouchevski— que el 23 de junio proclamó su autonomía del gobierno central. Poco después, se creó un gobierno autónomo dirigido por Volodímir Vinnichenko».

El 5 de diciembre de ese mismo año, Lenin se proclamaba partidario de la libertad total del pueblo ucraniano, «pero extendemos una mano fraternal a los trabajadores ucranianos y les diremos: con ustedes lucharemos contra su burguesía y contra la nuestra». Encontraba, a su vez, una justificación para poder intervenir en Ucrania en cualquier momento. Y así, el 18 de diciembre, publicó un “Manifiesto al pueblo ucraniano” en el que decía: «acusamos a la Rada de Ucrania de realizar, bajo la apariencia de frases patrióticas, una política burguesa de doble trato que se ha expresado durante mucho tiempo en la negativa a reconocer los soviets y el poder de los soviets en Ucrania […]. En caso de que no se reciba una respuesta satisfactoria a (nuestras) preguntas dentro de las próximas 48 horas, el Consejo de Comisarios del Pueblo considerará a la Rada de Ucrania en estado de guerra declarada contra el poder soviético en Rusia y Ucrania». La ausencia de respuesta desembocó ‒explica el historiador‒ en la proclamación de una República Soviética de Ucrania en Jarkov el 25 de diciembre, y en «menos de seis semanas después de tomar el poder, el líder bolchevique había declarado su primera guerra a una nación cuyo derecho a la libertad reconocía públicamente».

Y posteriormente, con la URSS el historiador nos recuerda en «1932-1933, durante la hambruna organizada por Stalin contra el campesinado: el Holodomor, en el que alrededor de 4 millones de personas murieron de hambre; en 1937-1938, con el Gran Terror liderado por Jrushchov; en 1939-1941, con la anexión de Ucrania Occidental durante la destrucción conjunta del estado polaco por Stalin y Hitler; entre 1944 y 1956 con el exterminio de todos los maquis nacionalistas antisoviéticos por parte de las tropas de la KGB».

O quizá ‒como el historiador Pío Moa arguye‒ Putin quiere asegurar Rusia. Que la guerra se podría haber evitado porque la CIA estaba bien informada y podría haber convencido si Zelenski que hubiese aceptado la neutralidad, dejando de pedir su ingreso en la OTAN. En tales términos se expresa el historiador: «sabiéndolo [la CIA], pudo evitar la guerra aconsejando a Zelenski renunciar a la OTAN y aceptar la neutralidad. Pero prefirió alentarle en sentido contrario: sin duda esperaba otros beneficios de la invasión». Para la OTAN, la guerra desgasta a Rusia y la arruina por completo que es uno de los objetivos estratégicos de USA. Putin no puede pretender luchar directamente contra la OTAN tan sólo puede conseguir una superioridad sobre Ucrania, porque: «aparentemente, la OTAN, es decir, Usa e Inglaterra ante todo, han perdido, pero la realidad es distinta: al desangrar a Ucrania desangran al mismo tiempo a Rusia, y utilizan la guerra de pretexto para intentar volver a esta a la “edad de piedra”. La OTAN ganaría sin disparar un tiro ni tener una baja, utilizando de peón a Ucrania. A Zelenski, manejado bajo cuerda, tiene que haberle sentado como un tiro la declaración de los jefes de la OTAN de que el conflicto no tenía que ver con ellos». Termina el historiador admitiendo como posible que Francia y Alemania hubiesen aceptado la neutralidad de Ucrania, «pero se ha impuesto la política useña. Después de todo, es Usa quien manda en la OTAN».

Yo creo que la razón no muere. La esperanza, es decir, la fe en el porvenir, se tiene puesta en las demás naciones que algún día comprenderán su verdadero cometido histórico.

 

Facebook
Twitter
LinkedIn
Telegram
WhatsApp
Email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Actualmente no hay ninguna encuesta activa.

Noticias relacionadas

Este sitio web utiliza cookies para ofrecerle una mejor experiencia y servicio.

Este sitio web utiliza cookies para asegurarle una mejor experiencia y servicio.